La vanguardia ya no venía de Europa: el continente estaba demasiado ocupado intentando reconstruirse tras la II Guerra Mundial, mientras el resto del mundo se enfrentaba a una nueva amenaza: la Guerra Fría; el rock & roll irrumpía en la escena musical y en el cine James Dean y Marlon Brando imponían al antihéroe como role model; Nueva York se convirtió en el centro del mundo; surgió la sociedad de consumo y Jackson Pollock impuso el expresionismo abstracto. Hablamos por supuesto de los años 50, época que los expertos califican como la década dorada del interiorismo en el SXX.
En materia de diseño industrial, interiorismo y decoración, ¿qué definió a los años 50? De acuerdo con los expertos, una serie de factores hicieron de estos años un momento único: primero, la 2da Guerra Mundial obligó a los diseñadores europeos más influyentes a exiliarse en EEUU, haciendo de este país el nuevo polo artístico del SXX, este fue el caso de Ludwig Mies van der Rohe y Marcel Breuer, quienes en colaboración con Knoll crearían piezas hoy consideradas clásicas.
Por otra parte, la tecnología desarrollada para la guerra, a la larga impactó otros campos, como el diseño, por ejemplo: la empresa Du Pont lanzó el polietileno, mientras la italiana Pirelli presentó la espuma de caucho; la tecnología aérea desarrolló la fibra de vidrio y plásticos ultraligeros. Los nuevos materiales ofrecían una maleabilidad nunca antes vista que fue explotada por creadores como el matrimonio Eames, considerados los diseñadores industriales más importantes e influyentes de los Estados Unidos. Por último, en la posguerra surge la sociedad de consumo: se busca una nueva estética para el hogar, basada en los estándares que marca la publicidad.
Y es entonces cuando nace un diseño con características muy claras: los 50 se definen por un mobiliario de líneas limpias en una paleta cromática de colores vivos; los ornamentos, barroquismos o elementos decorativos se eliminan; los consumidores buscan piezas que los remitan al futuro, el pasado no les interesa; la ergonomía se incorpora al diseño; el diseño escandinavo –de la mano de Arne Jacobsen colaborador de Fritz Hansen – causa sensación; la tecnología obliga al surgimiento de un nuevo mobiliario: consolas que incorporan la TV, el estéreo y el radio o muebles funcionales que lo mismo son bar y librero. Si bien la vanguardia venía de Manhattan, México no se mantuvo ajena a ella e incluso la adaptó: Clara Porset diseñó un mobiliario acorde con las propuestas arquitectónicas de Mario Pani y Luis Barragán.
Por todo lo anterior, es que los 50 fueron un momento no de ruptura, sino de auténtico renacimiento que aún hoy, nos sigue influyendo.
Desde 1845, Yves Delorme es sinónimo de lujo, tradición y excelencia en lencería de hogar. Esta firma francesa ha sabido preservar el savoir-faire artesanal mientras apuesta por el diseño contemporáneo y materiales sostenibles, como el algodón orgánico peinado de fibra larga.
Cada colección nace en talleres franceses donde la belleza, el detalle y la calidad son prioridad. En su más reciente propuesta, Yves Delorme nos invita a descubrir un nuevo estilo para tu habitación, a través de tres colecciones que celebran la naturaleza con una mirada artística y sensorial:
Evoca siluetas de flores bajo una luna tenue. Sobre satén de algodón con un brillo natural y un tacto sedoso, se funden tonalidades de azul medianoche, arena y cielo. Moderna, evocadora, sofisticada.
Es un homenaje a los mundos acuáticos y a la imaginación. Con ilustraciones a lápiz y acuarela, presenta un universo de ninfas y plantas marinas, impreso en batista ligera: fresca, delicada y duradera.
Sugiere la danza luminosa de luciérnagas al atardecer. Con pinceladas en verde suave y lila, esta colección juega con la percepción y la poesía sobre satén luminoso.
Visítanos en Casa Palacio Antara y Santa Fe, y transforma tu espacio con piezas que combinan arte, sostenibilidad y elegancia. Yves Delorme no solo viste tu cama: es una experiencia sensorial.
En el marco del Salone del Mobile 2025 y celebrando 25 años de Armani/Casa, Giorgio Armani presenta Oriental Inks, una colección que reinterpreta la estética oriental a través de la mirada del diseño contemporáneo.
Inspirada en las técnicas tradicionales de la acuarela y la tinta china, Oriental Inks rinde homenaje a motivos clásicos como el bambú, los dragones o la vegetación tropical, trasladados a muebles y accesorios mediante maderas nobles, superficies lacadas, textiles sutiles y acabados exquisitos. El espacio de presentación, en la boutique de Corso Venezia 14, recrea la atmósfera de una casa japonesa con paneles de papel de arroz que envuelven cada pieza en una atmósfera de contemplación serena.
La colección se distingue por su equilibrio entre formas pragmáticas y una elegancia decorativa que nunca es excesiva, resultado del compromiso de la firma con la artesanía y la atención minuciosa al detalle. En esta ocasión, Armani/Casa colabora con la reconocida casa de Gournay, especialista en pintura a mano y bordados artesanales, para incorporar escenas pintadas y texturas bordadas en paredes, telas y objetos.
Oriental Inks es un tributo a la belleza de lo hecho a mano, a la tradición reinterpretada y al refinamiento silencioso. Visítanos en Casa Palacio Antara y sorprendente con nuestra sección Armani/Casa.
Diseñado en 1936 por el gran Alvar Aalto, el Tea Trolley 901 es una de las piezas más emblemáticas del catálogo de Artek, firma que el propio arquitecto finlandés fundó con la visión de unir arte, tecnología y funcionalidad. Inspirado por los rituales del té británico y la estética del diseño japonés, este carrito refleja el respeto de Aalto por la madera —material que consideraba tan noble como el mármol— y su profundo vínculo con el paisaje nórdico.
Versátil y sofisticado, el Tea Trolley 901 puede funcionar como bar móvil, librero, mesa auxiliar o pieza escultórica. Su estructura de abedul laminado curvado, con superficies en laminado o linóleo, y ruedas sobredimensionadas, le otorgan una ligereza visual única.
Décadas después, la reconocida diseñadora holandesa Hella Jongerius —celebrada por su sensibilidad hacia los objetos y los colores— asumió el reto de reinterpretar esta obra maestra. Su versión respeta el alma de Aalto, pero introduce sutiles contrastes de color y materiales que revelan nuevas capas de expresión.
Disponible en distintos acabados y combinaciones cromáticas, esta pieza no solo es un homenaje al diseño escandinavo, sino una declaración de atemporalidad. Descúbrela en Casa Palacio y lleva a casa una obra que conjuga historia, arte y utilidad.
Hablar del arte moderno en México es evocar un periodo extraordinario de exploración formal, lenguaje plástico y pensamiento visual. A partir del siglo XX, artistas como Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Carlos Mérida, Pedro Coronel o Manuel Felguérez transformaron el panorama artístico nacional, trazando rutas que dialogan con la abstracción, la identidad y la materia.
Cabeza en Ocre, Rufino Tamayo
Este legado vive hoy en la propuesta de Galería Lourdes Sosa, fundada en el año 2000 con una clara vocación: representar distintas generaciones de artistas desde una mirada curatorial exigente y plural. Su especialización en obra gráfica —litografía, serigrafía, aguatinta, giclée— permite acercarse a la obra de grandes maestros desde formatos que conjugan técnica, rigor y expresividad.
Guernico, Rafael Coronel
En colaboración con Casa Palacio, la galería presenta una selección que representa una parte fundamental del arte mexicano del siglo XX, a través de grandes artistas y piezas claves que nos ayudan a entender -y disfrutar- estas obras, en nuestro hogar.
Lourdes Sosa trabaja con distintas técnicas de impresión gráfica. La litografía se realiza a partir de una matriz de piedra o metal, que permite reproducir trazos con gran riqueza de detalle. La serigrafía utiliza una malla para transferir tinta sobre papel, ideal para colores planos e intensos. El aguafuerte es una técnica de grabado sobre metal que ofrece texturas y líneas profundas, mientras que el giclée emplea tecnología digital de alta resolución para lograr impresiones de gran fidelidad cromática.
Sol sobre una manta, Pedro Coronel
Esta alianza reafirma una convicción compartida: el arte no solo se contempla, también se vive. Y hacerlo con obras de esta calidad, es sin duda una declaración estética. Visítanos en Casa Palacio para conocer más de Lourdes Sosa y su gran acervo artístico.